Cuando me preguntan a qué me dedico y contesto que soy abogada de familia suelo recibir respuestas muy diversas. Desde los compañeros abogados que creen que se trata de una disciplina menor, a personas que te ven como un abogada belicista sacado de una película americana que saca lo peor de las parejas. Cuando puedo explayarme y explicar cómo trabajamos en Divorcio Colaborativo Madrid, y expongo cómo funciona la mediación y el Derecho Colaborativo, las caras de mis interlocutores cambian. Ahí es cuando más caras de asombro aparecen, y llegan preguntas como: ¿Pero eso es real?
Ahí tengo una maravillosa oportunidad para explicar la dinámica del despacho y el rol de cada profesional, donde nuestra misión es que las partes lleguen a su propio acuerdo. Si la conversación ha avanzado correctamente y efectivamente la persona de enfrente ha entendido lo que quiero decir, suelen concluir rápido: “Eso es para parejas que se llevan bien”.
Cualquier abogado, psicólogo, mediador, juez u otro profesional que tenga que lidiar con parejas en divorcio sabe que hay muchos tipos de parejas, y que no todas se respetan ni todas se tratan de manera adecuada. No porque sean personas maleducadas o mezquinas, sino porque en ese momento y en la interacción entre ambos no pueden gestionarlo de otras manera. Aún así, cada pareja en cada momento es diferente y hay que saber empatizar y nunca generalizar. Hay parejas que han trabajado mucho de manera individual para llegar a tomar la decisión de separarse y cuando llegan al despacho ya han adquirido muchas habilidades para poder negociar con la otra parte. Sin embargo, en otras ocasiones, aún no han tenido tiempo de realizar ese trabajo y se encuentran muy asustadas.
Muchas veces ese miedo e incertidumbre se transforma en frustración e ira, y puede dificultar el proceso, pero no imposibilitar-lo. Sin embargo, esa no es la variable para que una pareja en proceso de divorcio decida sentarse a negociar y no ir a los tribunales.
Con independencia de que una pareja esté en un mejor o peor momento de comunicación y respeto entre ellos, siempre dentro de un mínimo éticamente exigible; una pareja puede optar por un proceso de separación de mutuo acuerdo. Así, la elección de un método de resolución de conflictos distinto al judicial no va emparejada a una separación amistosa con la literalidad del concepto.
Lo que lleva a una pareja a decidir negociar y no litigar es querer ser dueños de su propio destino. Saben que aunque las sesiones de negociación o mediación puedan ser difíciles y exijan un esfuerzo por su parte; ellos controlan el proceso. Estos procesos son además confidenciales, flexibles y se adecuan al ritmo de cada pareja. Nadie les va a obligar a firmar algo que no les convenza ni nadie les va a imponer su decisión; tendrán que ser capaces de llegar a los términos de su propio acuerdo.
Esa libertad y ese control de su propia familia y futuro es una garantía de los llamados procesos autocompositivos de resolución de conflictos. Así se trata de una de las cualidades del proceso que hace que cada vez más parejas opten por la mediación y el Derecho Colaborativo, y abandonen la tradicional litigación.
Así que cuando me preguntan si sólo trabajo con parejas que llevan bien, suelo responder que no necesariamente. Pero añado que todos mis clientes tienen un denominador común: no quieren que ningún juez decida por ellos. Son conscientes que nadie mejor que ellos conocen a sus hijos y que es lo que más les conviene.
Creo que efectivamente, la propia pareja y los profesionales que debemos intervenir en el proceso de separación tenemos que ser conscientes de la responsabilidad que compartimos en el futuro de cada familia.
¿Quién es Carmen Aja Ruiz?
Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, Universidad Carlos III deMadrid
4º curso en la University College of London (UCL)
Máster en Mediación, Negociación y Resolución de Conflictos, Universidad Carlos III de Madrid.
Formación Integral en Derecho Colaborativo, Universidad Carlos III deMadrid conforme estándares IACP
Socia fundadora de la Asociación de Derecho Colaborativo de Madrid y en la actualidad Presidenta de su Junta Directiva.
Miembro de la Asociación de Derecho Colaborativo de Euskadi.
Miembro de la International Academy for Collaborative Professionals ( IACP.USA)
Ponente en la Universidad Carlos III de Madrid- Instituto de Litigación Alonso Martínez